Las formas de inclusivo en validación lingüística

El próximo domingo se celebra en Argentina el Día del Niño y de la Niña o el Día de la Niñez, o según promueve la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia a partir de este año, Día de las Infancias, y esto me llevó a pensar en la traducción de child según dos versiones con las que me topé hace unos días.

La semana pasada recibí dos traducciones inglés>español de un cuestionario para personas a cargo de pacientes pediátricos/as, como parte de un proyecto de validación lingüística. Una sola de las dos versiones en español incluía la barra con el morfema femenino «/a» tras la palabra «niño» cuando en el original aparece child. Esta forma de inclusivo recomendada por varias organizaciones no se distribuía en el texto en modo consistente y no incluía el artículo «la» como alternancia de «el» ni la debida concordancia con sus modificadores. Veamos tan solo dos ejemplos.

«…que viven con el niño/a»

«…el niño/a que usted cuida… si no estuviera enfermo».

Por otra parte, ambas traducciones incluían «padre/madre» como equivalente de parent, incluso en una de las versiones, se aludía a la persona responsable del cuidado con la alternancia «lo/la» (ante «describe a usted»), aunque el título y las demás instancias solo se referían a «el cuidador».

Para los ejemplos presentados, podrían proponerse las siguientes formas.

«…que viven con el/la niño/a» o «…que viven con el niño/la niña»

«…el/la niño/a que usted cuida… si no estuviera enfermo/a» o «…el niño/la niña que usted cuida… si no estuviera enfermo/a» 

Al día de hoy, coexisten dos opciones consideradas «correctas»: implementar estrategias para obtener textos inclusivos en cuanto al género de manera organizada, como en las propuestas, o no hacerlo en lo más mínimo, dejando el masculino genérico como única opción.

«…que viven con el niño»

«…el niño que usted cuida… si no estuviera enfermo».

La recomendación, al igual que con otras estrategias para mantener la coherencia y la consistencia textuales en cualquier escrito, es optar por un enfoque y mantenerse dentro del marco que ese enfoque nos brinda para evitar el riesgo, aunque sea mínimo, de ambigüedad: ¿por qué «niño» y «cuidador» implicarían «niña» y «cuidadora» si hacemos explícita la alternancia «abuelo/abuela» en otro punto del mismo texto? ¿Cómo se sabe cuándo el masculino es genérico y cuándo no lo es, si presentamos ambas opciones?

Todo cambio al principio cuesta, ¿o no?

Resulta trabajoso agregar todo lo necesario para que el resultado de nuestra traducción sea un texto no sexista. Por lo general, veremos muy incrementado el número de palabras en nuestros textos de llegada, lo que puede ser motivo del rechazo de nuestra versión por parte de quienes encargan el trabajo. Además, erradicar el masculino genérico por completo en un texto puede llevar mucho tiempo o incluso el resultado, cuando se juntan varias barras, puede parecer difícil del leer, u opuesto a los preceptos del lenguaje claro. La costumbre es otro factor de peso a favor de quienes tienen una mirada más conservadora respecto del uso de la lengua; supongo que hará falta habituarnos a formas nuevas.

En términos prácticos, imagino que el padre de una niña, al completar el cuestionario del que les hablo, leerá: «la niña que usted cuida… si estuviera enferma» en el segundo ejemplo, tomando del texto presentado las formas acordes a la interpretación que se aplique a su caso. Como sea, si incluimos una sola «/a», tenemos que implementar el mismo criterio en los demás sustantivos y modificadores para mantener un estilo consistente.

Volviendo a las infancias y retomando la idea de formas nuevas, veamos el ejemplo siguiente.

Supongamos que «niñeces» funciona como término inclusivo en cuanto al género, en este caso una forma implementada especialmente para evitar el masculino genérico en «niño» (así como desde el Gobierno nacional se promueve el uso de «infancias»). Este enfoque, sin embargo, no continúa en el texto que sigue donde se lee «para los más chicos», donde el festejo se tornaría excluyente. Cabría hacernos al menos dos preguntas aquí: ¿ese masculino inmediatamente después de la forma de inclusivo determina la invitación? ¿Por qué habría de esperarse ahora una interpretación genérica?  Como mínimo, ese masculino genérico anula el intento previo de usar un término más abarcador.

Si no está en el diccionario, ¿no existe?

Una aclaración respecto de las formas nuevas y el diccionario. El proceso de creación de términos va de la mano de la realidad y los cambios en la sociedad determinan que se usen palabras o no. Hasta hace menos de un año, pocas personas hubieran pronunciado la palabra «coronavirus» y, en algunos países, está prohibido hacerlo; otro ejemplo de que no hace falta una entrada en el diccionario para que un uso se imponga y un nuevo hecho de censura que muestra los efectos que se adjudican al hecho de nombrar o callar. Para que un término se incorpore al diccionario, basta en general que tenga un uso extendido y una forma acorde a la morfología de la lengua. Alicia Zorrilla, presidenta de la Academia Argentina de Letras, se refiere a los neologismos que trajo esta pandemia en una reciente entrevista de radio; alrededor del minuto 4 la pueden escuchar decir que cree que muchos de los neologismos que recopiló van a aparecer en el diccionario de la RAE. Este es el orden: del uso al diccionario. Si algo no aparece en el diccionario, eso no significa que no «exista» o que no pueda usarse, como vimos con el término más usado para referirnos a este  virus en forma de corona. Lo que como hablantes debemos saber es que las Academias no configuran prácticas lingüísticas.

En el caso de los neologismos, las academias los analizan y deciden si los incorporan o no como entrada en los diccionarios. En cuanto a nuestras prácticas lingüísticas, emiten dictámenes tendientes a hacernos valorarlas de un modo u otro. Recomiendo para este punto  el nuevo aporte que hicieron Santiago Kalinowski y Karina Galperín en el debate llamado disidencias y estridencias en el marco de la Feria de Editores 2020.

En conclusión, quienes escribimos y traducimos parecemos no tener cien por cien resuelta la aplicación del lenguaje inclusivo en cuanto al género, como lo llama la ONU, o «lenguaje de género neutro» (del inglés gender-neutral language). No obstante, quizás haya llegado el momento de prestarle la atención que se merece. Por si no lo leyeron aún, me explayo con respecto a estos temas en un artículo reciente que pueden encontrar aquí.

Los y las invito a dejar sus comentarios.

Cecilia Palluzzi

Publicado el 11/08/2020.

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A continuación, los enlaces citados.

 https://www.telam.com.ar/notas/202008/499980-este-ano-proponen-festejar-el-dia-de-las-infancias-para-incluir-las-diversidades-de-la-ninez.html

http://www.wordkeys.com.ar/servicios/

https://plainlanguagenetwork.org/plain-language/que-es-el-lenguaje-claro/

https://youtu.be/0rZURDbw94k

https://eduardofeinmann.com/2020/07/23/coronavirus-el-diccionario-de-la-pandemia/

https://youtu.be/J8PxLu0kLG4

https://www.un.org/es/gender-inclusive-language/guidelines.shtml

http://www.wordkeys.com.ar/language/babel-inclusion-y-traduccion-de-estudios-de-mercado/

Del uso al diccionario

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